testigos 2020






Con la llegada del confinamiento, a inicios de 2020, se presenta un periodo de aparente calma, en cuyos límites se da una de las transformaciones más violentas e impetuosas. Este estado es similar a lo que los meteorólogos llaman el ojo del huracán. Sin poder salir de casa durante meses, genero pequeños testigos domésticos y cotidianos del paso del tiempo. Sumida en el confinamiento, abro un silencio redondo y pequeño. Bajo su signo, hago objetos o juguetes mediúmnicos, que crean espacios rituales para criar como cuestión de resistencia.


 

liliana.ang@gmail.com